No es una especie particularmente exigente con la humedad. Las espinas no son afiladas y no pueden atravesar la piel ni causar ningún dolor a menos que se manejen con brusquedad. Tienden a liberar un olor cuando se les molesta, que huele a mantequilla de maní, menta o barbacoa. Cuando sienten peligro, esta especie tiende a correr muy rápido. A diferencia de Extatosoma tiaratum, tienden a escurrirse de la mano, por lo que se debe tener cuidado al manipular adultos adultos.
A las ninfas no se les debe ofrecer hojas de Zarza nuevas, aquellas que todavía tienen "pelos". Las hojas nuevas contienen algún tipo de sustancia química que matará a una ninfa, pero es inofensiva para las ninfas L3 y superiores, que para entonces parecen tener inmunidad.
Hembras : llegan a medir 9 cm de largo.
Machos : alcanzan de 7 a 8 cm de largo.
Dieta: Zarza, Roble, Pyracantha.